Según una investigación realizada por científicos de la Universidad de Taipéi, defecar aumenta la disponibilidad de sangre.
Un apretón en mitad de una carrera o entrenamiento es quizás una de las peores pesadillas para un corredor. Normalmente, la mayor parte de los atletas tienen una rutina muy marcada para poder ir al baño de forma regular para evitar este tipo de sobresaltos. Y, de hecho, hacer de vientre antes de salir a correr parece tener sus beneficios.
Un estudio publicado recientemente en la Journal of the International Society of Sports Nutrition sugirió que la defecación antes de una carrera puede actuar como un potenciador del rendimiento al aumentar la cantidad de sangre que llega al cerebro y al retrasar la cantidad de tiempo que tarda en llegar la fatiga.
En la investigación, que fue realizada por investigadores de la Universidad de Taipéi, trece triatletas completaron una prueba de contrarreloj de ciclismo en condiciones de defecación y no defecación. El resultado fue que los triatletas mostraron un mejor rendimiento en el ejercicio gracias a una mayor disponibilidad de sangre para compensar la desoxigenación en la región prefrontal del cerebro durante el ejercicio.
Por qué correr estimula la defecación
El ejercicio estimula el tracto intestinal y, por tanto, un mayor movimiento en esa área supone un mayor riesgo de defecar. “Cuando haces ejercicio, hay más estimulación, lo que aumenta la motilidad gástrica superior. Esto se traslada al tracto gastrointestinal inferior”, explicó el gastroenterólogo Jeff Crespin a Greatist.
Asimismo, beber mucha agua durante una carrera puede ablandar las heces y facilitar el desalojo. “Si bebes mucha agua, es más probable que tus heces sean blandas y húmedas, lleguen más rápido al recto y sean más fáciles de expulsar”, señaló Robynne Chutkan, gastroenteróloga a Greatist.
Otra cuestión que puede afectar la estimulación del tracto gastrointestinal son los nervios antes de una carrera, especialmente durante una carrera larga. Aunque la disminución del flujo sanguíneo también puede provocar estreñimiento, ya que como indica Crespin, una disminución del suministro de sangre puede hacer que tu cuerpo “se comprima internamente”.
La buena noticia es que cuando uno deja de correr, el cuerpo suele volver a la normalidad durante el mismo día. “El cuerpo humano es bastante resistente y se recupera bastante rápido”, afirmó Crespín.
Cómo favorecer las deposiciones
Para evitar sorpresas durante una carrera, existen diferentes métodos para favorecer las deposiciones. Uno primero sería tomar una bebida caliente —puede ser un café, un té o simplemente un vaso de agua caliente—, ya que puede ayudar a estimular el movimiento intestinal. “El líquido tibio actúa como un vasodilatador”, señaló Felice Schnoll-Sussman, gastroenteróloga del Weill Medical College de la Universidad de Cornell a Runner’s World.
Tras tomar la bebida caliente, Schnoll-Sussman recomienda sentarse en el inodoro durante un rato, aunque no haya la necesidad de ir. “El solo hecho de sentarse allí durante unos minutos puede provocar la necesidad de ir, incluso si no sientes que tienes que hacerlo de inmediato”, afirmó.
Además de esta medida de emergencia, existen algunos métodos clásicos para mantener la regularidad en las deposiciones como beber ocho vasos de agua al día; una dieta alta en fibra (o en su defecto suplementos de fibra) para promover la regularidad intestinal; o evitar los alimentos hechos a base de harinas refinadas y comidas grasientas.
Finalmente, para los corredores, levantarse temprano también puede resultar muy útil. “Asegúrate de levantarte lo suficientemente temprano la mañana de la carrera para realizar toda tu rutina matutina, incluida la hora de ir al baño”, afirmó Schnoll-Sussman a Runner’s World.
¡Actívate hoy, transforma tu vida para siempre!