La importancia de la hipoxia en los entrenamientos de natación

La importancia de la hipoxia en los entrenamientos de natación

¿QUÉ ES LA APNEA?

Vayamos a la teoría pura y dura. La apnea sin aire en los pulmones facilita el retorno venoso, y con aire en ellos facilita la ventilación de todos los alvéolos pulmonares, ventilando aquellas zonas que normalmente no lo están, por tanto se produce una mayor oxigenación. Entonces, así de primeras, parece que hacer apnea puede ser una buena forma de oxigenar la sangre y ayudarnos a la recuperación. Siempre ejercitándolo con alguien y tratándolo con mucho respeto ya que se trata de la privación de oxigeno.

CÓMO ENTRENARLA

1.Series de apnea sin movimiento: cobra sentido ver a algunos triatletas haciendo este tipo de series al acabar el entrenamiento diario. Prueba primero con 3×20″ recuperando 40″ y poco a poco ir aumentando el tiempo de apnea hasta… ¡¡¡buscar tu propio record de permanencia bajo el agua!!!

Eso sí, haz este tipo de entrenamientos SIEMPRE con tu entrenador o al menos con alguien pendiente de tí. Avisar al socorrista puede ser la mejor idea. Este tipo de trabajo puede ser una buena forma de volver a la calma en una sesión de entrenamiento y es además una técnica buenísima de relajación. Para hacerlas bien hay que estar tranquilo y confiar en que estar 1’20» es algo muy asequible y que se consigue en una par de semanas de entrenamiento.

2.Entrenamientos hipóxicos activos: nadar cada 5 brazadas, o hacer esos larguísimos volteos, o no agobiarse en situaciones complicadas en una salida a tope de un triatlón, o simplemente alrededor de una boya, son objetivos que se consiguen con este tipo de entrenamientos.

3.Apneas activas: bucear intentando hacer 25 metros y hasta 50 metros, a braza, o solo con piernas de mariposa, hacer series de velocidad a crol de 15-20-25 metros sin respirar, y cómo no, entrenamientos aeróbicos respirando cada 3-4-5-6 brazas. De esta manera, mejorarás tu capacidad pulmonar, tu capacidad de dominar tu respiración, tu capacidad de relajarte y por supuesto vuestra capacidad de “superar” situaciones complicadas en aguas abiertas.

NO TE OLVIDES

  • Antes de sumergiros, relajaros. Tomar aire tranquilamente 2-3 veces. No hiperventilar.
  • Agárrate a la corchera, si la apnea es pasiva, para no salir a la superficie por el aire que se tiene en los pulmones.
  • Si buceáis, hacerlo lo más cercano al fondo para eliminar la resistencia al avance y con movimiento suaves para gastar la menor cantidad de oxígeno posible.
  • Las ganas de salir enseguida es fruto de vuestra inseguridad. El cerebro no nos deja estar sin oxigeno y nos avisa mucho antes de que se agote. Pensad que 1’20» es un tiempo al que podréis llegar con pocas sesiones de entrenamiento.
  • No hacer apneas solos. AVISAD AL SOCORRITA de la piscina si no tenéis un compañero al lado

¡Actívate hoy, transforma tu vida para siempre!

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